14/01/2022
Repara las juntas y consigue el mejor aislamiento térmico para ventanas
¡Que el desgaste de las juntas no haga que se cuele el frío! Las juntas son un elemento indispensable a la hora de garantizar el aislamiento térmico para las ventanas.
Si en boca cerrada no entran moscas, en ventana bien aislada no entra el frío. Y tampoco se escapa el calor del interior de la vivienda. Vamos, que el aislamiento térmico para ventanas ha de ser una prioridad cuando queremos garantizar la eficiencia térmica de una construcción.
Y algo clave respecto a esto son las juntas, el elemento encargado de garantizar un sellado hermético que evite las pérdidas de energía. Entendemos como junta el hueco existente entre la ventana y el precerco o entre la ventana y la obra. Su papel es crucial en cuanto al aislamiento, la estanqueidad y la impermeabilización.
En ocasiones, por el paso del tiempo, las juntas no efectúan correctamente su función dejando escapar el calor de la vivienda al exterior. En este artículo te contaremos cómo sellar las juntas de la ventana para garantizar el mejor aislamiento.
La importancia del aislamiento térmico para ventanas
¿Sabes cuanta energía se pierde por un mal asilamiento? A través de las ventanas y las puertas perdemos entre un 20 y un 25 % de la energía suministrada al edificio. ¡Una auténtica barbaridad! Además, esto luego supone gastar más recursos para tratar de mantener la temperatura deseada en el interior y, por lo tanto, que aumente la factura de la luz y las emisiones de gases de efecto invernadero.
“A través de las ventanas y las puertas perdemos entre un 20 y un 25 % de energía suministrada al edificio.”
No es de extrañar que la selección, la instalación y el mantenimiento de estos cerramientos sean determinantes en el proceso de diseño y construcción de edificios energéticamente eficientes.
Para conseguirlo, las ventanas deben cumplir con los requisitos básicos para la protección térmica de los edificios, es decir, proporcionar un alto aislamiento térmico y estanqueidad al aire y lluvia. La infiltración de aire es responsable de más del 30 % de los costes de calefacción y ventilación en los edificios industriales y comerciales.
En este sentido, la estanqueidad de las juntas será fundamental. El aire no debe filtrarse libremente por ellas. Y no solo por las pérdidas de energía, sino también porque el aire caliente que se escapa del edificio contiene humedad, que puede condensarse en el interior del muro, provocando daños importantes.
La junta entre la ventana y la obra debe garantizar que no se produzcan condensaciones en las juntas ni en las zonas adyacentes a éstas, evitando los puentes térmicos y acústicos y la formación de moho.
El principio de estanquidad y aislamiento de la junta
Recordemos que el principio de estanquidad y aislamiento de la junta de conexión entre la ventana y el muro de la obra o la fachada se basa en tres niveles de sellado y aislamiento:
- Nivel 1: separación del clima interior y exterior. En este nivel se evita la penetración de aire húmedo en la parte central del sistema de sellado de la ventana a la obra
- Nivel 2: área funcional de aislamiento térmico y acústico. En este nivel se garantiza la protección térmica y acústica.
- Nivel 3: protección frente a la intemperie. Este nivel proporciona resistencia a la lluvia y también actúa como barrera frente al viento.
Cómo garantizar el aislamiento térmico de las ventanas gracias a las juntas
La respuesta a la pregunta que encabeza este apartado es clara y sencilla: contando con una solución que funcione en los tres niveles que os acabamos de comentar.
Antiguamente, las ventanas se instalaban utilizando yeso u hormigón como adhesivo. Dos materiales que, como sabemos, no favorecen ni a la estanqueidad de la estructura ni a la eficiencia de esta. Por suerte, las nuevas tecnologías de instalación ofrecen soluciones más fáciles, limpias y efectivas.
Para evitar los problemas derivados de la dilatación, las pérdidas de estanqueidad, de aislamiento térmico y acústico, es necesario rellenar los espacios entre ventana y hueco de forma regular y sin interrupciones, protegiendo los tres niveles de aislamiento.
La mejor aliada para el aislamiento térmico de ventanas
¿Quieres un resultado rápido, fiable y eficiente? Las espumas de poliuretano y las cintas autoexpansivas de Quilosa aportan unos valores de aislamiento térmico y acústico excelentes, garantizando así evitar pérdidas de temperatura del interior de la vivienda y el máximo confort de los inquilinos.
En este aspecto, destaca la espuma Quilosa Orbafoam Pro Energy con un valor lambda λ 0,032 W/mK erigiéndose como la espuma más eficiente térmica y acústicamente de la gama. Destaca por su excelente adhesión al PVC, lo que la convierte en la espuma idónea para este tipo de ventanas, y por su rápido curado (apenas 25 minutos).
Instalación triple barrera
Pero no sólo han evoluciona los materiales empleados, también contamos con nuevos procesos de instalación. La diferencia básica entre la instalación de ventanas estándar (solo espuma de poliuretano) y la llamada instalación con triple barrera se refiere a la forma en la que se sella el espacio entre el muro estructural del edificio y el marco de la ventana.
En la instalación estándar, las juntas de expansión alrededor de la ventana se rellenan únicamente con espuma de poliuretano. En la instalación con triple barrera, el aislamiento de espuma se protege adicionalmente desde el exterior con barreras impermeables y permeables al vapor, y desde el interior con barreras estancas al vapor.
En definitiva, para poder garantizar un buen aislamiento térmico para ventanas teniendo en cuenta las juntas, es necesario elegir los mejores materiales y procesos de instalación.