Las mascotas son parte de nuestra familia, y como tal, queremos que tengan los mejores cuidados y que vivan en las mejores condiciones. Sobre todo, cuando se trata de especies acostumbradas a ambientes diferentes al nuestro, como pasa con los reptiles o los peces. Procurar que el terrario o el acuario que habitan mantenga el aislamiento térmico interior y las condiciones óptimas para su confort (¡y su supervivencia!) es esencial.

Elige el terrario y el acuario adecuado para cada animal

Del mismo modo que no es lo mismo un pez de agua dulce que uno de agua salada, un pez tropical y uno de aguas frías no pueden vivir en el mismo ambiente. Es necesario adaptar la temperatura, los niveles de humedad e incluso la vegetación dependiendo de la especie. Los tipos más comunes de terrarios y acuarios son los siguientes:

Terrario de bosque: Como regla general, están compuestos por una tupida vegetación, una abundante concentración de troncos, malezas y ramificaciones.

Terrario desértico: Requiere de temperaturas elevadas y una baja concentración de humedad.

Terrario tropical: Ideales para albergar especies de reptiles que habitan en un entorno de selva tropical húmeda, en el que la humedad mínima oscila en un 80%.

Acuario de agua fría: Son los más sencillos de gestionar y suelen estar a 18 grados.

Acuario tropical: Su principal característica es que el agua está entre los 22 y los 27 grados. Algo para lo que resulta imprescindible tener un sistema de calefacción.

Acuario tropical marino: Suponen una manera de poder disfrutar de un pedacito de mar en nuestra casa. Sin embargo, es imprescindible conocer sus desventajas. Y no solo a nivel de instalación del acuario sino, también, en lo que respecta a la vida que alberga. Recrear estos hábitats es mucho más complicado.

Acuaterrario: El objetivo de estos tipos de acuarios es reproducir la fauna y flora de regiones tropicales y pantanosas del planeta. Una simbiosis perfecta entre tierra y agua.

Acuario holandés: Rompen por completo la concepción propia de la acuariofilia. Y es que, en esta ocasión, los peces no son los protagonistas: son las plantas. El acuario se convierte en una auténtica obra de paisajismo acuático.

¡He encontrado una fuga! ¿Cómo garantizo el aislamiento térmico interior?

Con el paso de los años es posible que la silicona que une los cristales del acuario o del terrario haya envejecido y que la instalación empiece a perder agua o a tener fugas de temperatura.

Se trata de averías fáciles de detectar. En el caso de la temperatura, basta con contar con un termómetro e ir comprobando que la instalación se mantiene a la temperatura deseada. Las fugas de agua son incluso más sencillas de ver. ¿Aparece agua alrededor del acuario? Está claro que tenemos un problema que solucionar.

Lo principal es garantizar el bienestar de los animales, por lo que es necesario abordar este tipo de contratiempos cuanto antes. Y hacerlo, además, con productos que garanticen que el terrario o el acuario permanecerán en perfectas condiciones durante largo tiempo.

Mantener el aislamiento térmico interior gracias a la silicona de Quilosa

Las fugas pueden arreglarse de forma sencilla con siliconas específicamente desarrolladas para acuarios o terrarios. Pero atento porque es indispensable que sean productos específicos para estos espacios ya que otros tipos de siliconas ácidas o neutras pueden llevar ingredientes en su composición que resulten dañinos para los seres vivos que estén en contacto con ella.

Una opción segura y eficiente es el sellador para acuarios y terrarios de Quilosa, una silicona de excelente calidad que se adhiere perfectamente a los materiales no porosos. Tiene unas propiedades de estanqueidad excelentes, es muy elástico, resistente a la luz y es completamente inocuo para peces, reptiles, anfibios y otros animales.