22/12/2021
Terminar con las islas de calor gracias a la arquitectura sostenible
Las grandes ciudades sufren temperaturas más altas. Es el efecto isla de calor. Por suerte, podemos terminar con las islas de calor gracias a la arquitectura sostenible.
¿Quién no ha querido abandonar la ciudad para vivir en una isla? Pues, aunque no lo sepas, si vives en una gran ciudad ¡Ya vives en una isla! Pero no es una paradisiaca, sino en una isla de calor. Las urbes actuales han ido creciendo sin seguir la arquitectura sostenible, dando lugar a burbujas de calor que se alejan mucho de la eficiencia energética y que afectan al planeta y a las personas.
¿Qué es una isla de calor urbana?
La isla de calor es el fenómeno por el que las áreas urbanizadas de una ciudad experimentan temperaturas más altas que las áreas periféricas. ¿A qué se debe esto? Principalmente, a que los edificios, las carreteras y otras infraestructuras están hechos de unos materiales que absorben y emiten mucho más calor que los paisajes naturales.
“La isla de calor es el fenómeno por el que las áreas urbanizadas de una ciudad experimentan temperaturas más altas que las áreas periféricas.”
En los centros de las ciudades, donde la vegetación es escasa y la concentración de estas estructuras es muy alta, se dan los ingredientes necesarios para que ocurra este fenómeno. Madrid, Barcelona y Valencia presentan a veces islas de calor muy intensas, con diferencias superiores a 5 ºC, y hasta de cerca de 8 ºC.
Impactos de las islas de calor
Las temperaturas elevadas de las zonas urbanas pueden afectar al medio ambiente y a la calidad de vida de la ciudadanía.
Según un estudio publicado en ScienceDirect, son una de las causas del aumento de la demanda de aire acondicionado para enfriar edificios. Por lo tanto, crece el gasto de electricidad y, consecuentemente, las emisiones de gases de efecto invernadero a la atmósfera. Así que la contaminación de la ciudad también crece.
Además, las altas temperaturas también afectan al agua de las ciudades y tienen relación directa con problemas de salud de las personas.
Terminar con el efecto islas de calor
Por suerte, podemos diseñar ciudades diferentes que nos ayuden a revertir el efecto isla de calor. La arquitectura sostenible nos invita cambiar el modelo y a pensar urbes donde lo verde consiga reducir la temperatura.
“Podemos diseñar ciudades diferentes que nos ayuden a revertir el efecto isla de calor”
Árboles y vegetación
Las zonas verdes bajan la temperatura de la superficie y del aire al proporcionar sombra y humedad. Las superficies sombreadas, por ejemplo, pueden estar entre 11 y 25 ° C más frías que las temperaturas máximas de los sitios sin sombra.
Se trata de una estrategia de mitigación más que de una solución. Suelen plantarse en lugares estratégicos alrededor de los edificios o para dar sombra al pavimento en los estacionamientos y en las calles.
Cubiertas verdes
Un techo verde, o jardín en la azotea, es una capa vegetal que crece en la parte superior de una construcción. Además de favorecer el aislamiento térmico y acústico del interior del edificio y su consiguiente mejora de la eficiencia energética, ayudan a reducir la contaminación de las ciudades y mejoran la calidad del aire.
Si quieres saber más sobre esta solución de construcción sostenible, puedes leer este artículo.
Cubiertas frías
Las cubiertas frías están formadas por dos partes separadas por una cámara de aire. La parte superior está destinada a cumplir la función de impermeabilización y la parte inferior tiene la misión de proporcionar el adecuado aislamiento térmico.
La alta reflectancia solar es la característica más importante de un techo o cubierta fría, ya que ayuda a reflejar la luz solar y el calor lejos del edificio, lo que reduce la temperatura de la cubierta.
En este sentido, COOL-R es la solución más completa para el aislamiento de cubiertas. Se trata una membrana impermeable altamente reflectante (refleja el 85% de los rayos de sol) y con una alta emisividad. Propiedades que, como ya hemos explicado, permiten reducir la temperatura de la cubierta hasta un 70%, disminuyendo así la temperatura del interior del edificio. Además, evita las filtraciones provocadas por la lluvia al tratarse de una membrana líquida 100% estanca.
Transformación del modelo urbano
Las ciudades han ido creciendo contemplando pocos espacios verdes, lo que las ha convertido en superficies llenas de hormigón, cemento y edificios. Factores que, como ya hemos explicado, provocan el aumento de la temperatura. Además, suelen estar diseñadas para ser densas y compactas, lo que evita la liberación de calor.
El modelo urbano juega un papel importante en la creación de islas de calor, por lo que la estrategia más eficiente será ir a la raíz de problema y transformar la forma en la que se expanden las ciudades, incluyendo parámetros de arquitectura sostenible:
- Combinar usos del suelo: residenciales, comerciales, recreativos y verdes.
- Construir edificios sostenibles y eficientes.
- Diseñar barrios transitables que ofrezcan todos los servicios que necesita la ciudadanía para evitar desplazamientos innecesarios en transporte.
- Proporcionar una variedad de opciones de transporte público y sostenible.
- Preservar los espacios abiertos y las tierras de cultivo y proteger la biodiversidad.
- Fomentar la colaboración de la comunidad y las partes interesadas en las decisiones de desarrollo.
Dejemos las islas para los viajes de verano y convirtamos las ciudades en ejemplos de arquitectura sostenible donde la salud del planeta y de las personas sean una prioridad del sector de la construcción.